Irene Khan


Irene Khan
Abogada y activista bangladeshí. Irene Zubaida Khan nació el 24 de diciembre de 1956 en Dhaka creció en una familia privilegiada, en un país en donde se vivía una guerra civil, fue por esa razón y por experiencias propias que comenzó a creer en la importancia del derecho humano.
La razón por la que se intereso por los derechos humanos no fue tanto el racismo como la observación de las desigualdades. Ella dice «En Bangladesh estaban los ricos y los muy pobres, y eso me revolvía. Yo no veía diferencia entre un niño de la calle y yo misma; ese niño podía hacer las cosas tan bien como yo, pero su padre no tenía dinero para mandarlo a la escuela, y mi padre sí. Creo que esto fue el comienzo.»
Comenzó su labor como activista en favor de los derechos humanos trabajando como asistenta legal en la Comisión Internacional de Juristas en Ginebra.  En 1980 Irene Khan inicio una brillante carrera en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde durante veintiún años ocupo diversos puestos en la oficina central y en operaciones sobre el terreno para promover la protección internacional de los refugiados. Entre 1991 y 1995 fue una de las principales colaboradoras de la responsable del ACNUR en aquellas fechas, la japonesa Sadako Ogata, tras lo cual fue designada jefa de misión del ACNUR en la India (1995), convirtiéndose en la representante de la agencia de la ONU más joven en aquel momento. En el 2001 fue elegida secretaria general de Amnistia Internacional (AI), organización que trabaja en pro del respeto de los derechos humanos bajo la premisa de la independencia de todo gobierno, ideología política o credo religioso. Se convertía así en la primera mujer -y además de religión musulmana y origen asiático- que en cuarenta años de historia accedía al cargo de secretaria general de una de las organizaciones no gubernamentales más emblemáticas en la defensa de los derechos humanos. 
Su importancia radica en el hecho que en ella se pueda apreciar que sin importar de qué contexto social, económico, político o religioso se venga siempre se puede luchar por la equidad y los derechos.